...el que mira por la noches, a través de la ventana, si el sucio gigante lleva el pelo recogido o lozano al viento. Pero siempre se percata de mi presencia y, de un violento golpe, destruye el edificio donde me escondo. Así es cada día, hasta que llega el día número cien. Solamente queda un edificio en pie. De verdad, hay cosas que no entiendo.
2 comentarios:
el día de la mofeta apestosa no lo entiende ni el cholo sotil.
un abrazo.
Respirando cola. Tan chicos. Que vergüenza. Que les den semillas y cultiven flores. El profesor... peludo de cojones. A este paso, cuando se jubilen estos, sólo quedará ese edificio en pie del que hablas, pero será de un banco y servirá de cárcel.
Un abrazo
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