miércoles, noviembre 29, 2017

Qué bonito el capitalismo!


Pensaba yo, entre tanto murmullo y olor a fritanga, que era el elegido para ignorar el paso de firme de los segundos. Eso pensaba, pero para nada era así. Tod@s somos los elegidos porque somos egoístas y en nuestro egoismo, nos creeemos invencibles. Y en esta lucha de egos concocí a Davinia Mertínez. Era simpática, amiga de sus amig@s, una inteligencia por encima de a media y, realmente, era la elegida. Podía para el tiempo, podía volar, podía lograr la paz mundial o la aniquilación total y muchas cosas más. No miento, de verdad. Pero dejó de ser la elegida porque condunciendo un miércoles a las ocho de la mañana, se quedó dormida al volante, y sus poderes no sirvieron para nada porque murió sin enterarse de lo sucedido

Y así volvemos al principio de esta historia. Todavía sigo siendo el elegido. No es que me alegre de las muertes ajenas, pero la elegida ya no está y yo sí. Fin.




p.d.: Imagen Netflix

martes, noviembre 07, 2017

El subnormal, la mujer, el alcohólico y su perro



De noche, hace frío y un viento constante arremete contra la piel, reinan sobre la noche antes de que sea aún más noche, antes de que el silencio sea el dueño del ruido. El subnormal habla con voz de pito, casi ininteligible, habla para dentro y no para de beber refrescos. Al alcóholico se le entiende aún menos, repite la última frase que ha dicho, lo hace cada dos por tres, y le hace perrerías constantes a su pequeño perro. La mujer, abrigada y fumando sin parar, no para de reir, ni un segundo, ya sea por los eructos del subnormal al acabar de beber un refresco o por la gracietas indescifrables del alcóholico.

Es de noche y se va haciendo la noche, y los tres son seres superiores llenos de anarquía y libertad. Se les nota al ver la cara de las otras personas al pasar. Sed libres en esta vida que es ruido y que es furia porque los demás no podemos ya.



Soup is good food


Hasta los esclavos tienen derecho a vacaciones. Les hemos arrancado las uñaas, les hemos amputado algún que otro dedo....Sí. ¿Y? Ellos pueden hacer vacaciones: es su derecho. Están esclavizados a la voz de su jefe, que son las normas inhumanas de la productividad; se enfadan, incluso hay ocasiones en las que no comen, se fustran, lloran por el trabajo. Por hacer el trabajo. Por ser el trabajo. Son vejados y ninguneados, sí. ¿Y?. Hasta los esclavos tienen derecho a coger vacaciones. Pobres lacayos pobres diablos, sujetos a las imposiciones de lo ajeno para satisfacer los caprichos impuestos por otros, pobres estúpidos. Menos mal que los voy a perder de vista temporalmente: me voy con mi mujer y mi suegro de vacaciones a Burgos!