jueves, abril 19, 2018

Alergia a vivir



Hastiado estaba el rey. Su pasión era oír cuentos e historias a todas horas, y para eso tenía una cuentista reconocida en todo el reino, Enav Le Guin, la cuál había estado en todas las partes de Gea viajando y recopilando cualquier tipo de historia. En los reinos olvidados de Trafalmore, en el árido desierto Alfano, en los violentos mares de oriente...De todos ellos tenía mil historias, reales o no.

Pero el rey estaba hastiado ya que todas, absolutamente todas, las había oído una infinidad de veces.

-¿Le conté, su ilustre majestad, la historia del dragón de cristal con cara de Gewrt?- preguntaba la cuentista Enav

-Sí-, contestaba desganado el rey, apurando su copa de vino élfico

-¿Y, su ilustre majestad, el cuento de los siete calvarios que padeció el gran héroe de las guerras Asgardianas?

-¡No me tortures más! Claro que sí-, respondía el rey.

Su frustración se convirtió en indignación, un fuego de ira interior le hizo incorporarse en el pomposo trono, su rabia por no tener historia nuevas, sumado al considerable efecto del vino, le hizo enfadarse más y más. Hasta que..

-¡Estúpida cuentista! Te he pagado demasiado oro para que tus repeticiones se conviertan en mis agonías...¡Exijo que me cuentes una historia nueva ahora mismo!, una que nunca haya oído!Si no, entenderás porqué soy temido por mis enemigos

-Muy bien, contestó Enav Le Guin sacando un puñal de su túnica ancestral, le voy a relatar la historia de su muerte


lunes, abril 16, 2018

Diosito Fernandez


Cada día habla con más de 50 personas diferentes. A veces, incluso más. Cada día. Conversaciones anodinas, conversaciones privadas, conversaciones profesionales (sigh!), palabrería, bla,bla,bla,bla,bla,bla,bla,bla,bla,bla...

Cada día habla por deber, por casualidad, por curiosidad, por obligación con gente. Con la gente. Con todo el mundo. Menos con quién toca. Y él lo sabe todo.

-¿Y tú cómo sabes que no habla con quién tiene que hablar?


Pues porque tengo su whatsapp y hablo constantemente con él, así que sé si sí o si no

-Ya,ya...Yo

viernes, abril 13, 2018

Solo somos fieles al deseo


Son nuevos amigos que se cambian por otros amigos , nada más. Nuevos amigos que se convertirán en antiguos amigos, incluso puede que en concocidos, porque serán sustituídos por otros nuevos amigos. Así funciona la rueda de la supervivencia. Nuevos amigos, otros nuevos amigos...Amistades efímeras que durán lo que un presente tarde en ser memoría. Y a distancia, aunque no mucha, veremos pasar a nuestros antiguos amigos, y un chasquido de lengua expresará nuestra decepción de cristal. Nuestros nuevos amigos no tendrán nada que ver con nosotros, pero serán nuestros amigos hasta que los cambiemos por nuevos amigos.




miércoles, abril 11, 2018

Progenitores diurnos


Me quieren tomar el pelo, dice con los brazos cruzados mientras que con una mano aprieta la solapa de su chaquetilla de tela contra el pecho. Me quieren tomar el pelo, engañarme como a una estúpida e inocente niñita del secto G, pero no lo conseguirán. He luchado por estar donde estoy y no me voy a rendir fácilmente, dice mientras arde todo el sector H.

Joven-¡Señora Brown! ¡ Hay que salir pitando! Esto está ardiendo rápidamente

Señora Brown-Me quieren tomar el pelo...

Joven-¡¿Qué dice?! ¡Venga ya y salga!

Señora Brown-Me quieren tomar el...

Pero el sudor producido por el calor de las violentas llamas le hace ser consciente de que ya ha perdido, de que le han tomado el pelo, de que el sector H está condenado. Tendrá que volver al sector P, en dónde la nostalgia se mezclará con el disgusto, en dónde la deshumanización de sus sentimientos será necesaria para poder sonreír al presente.

Señora Brown-Ya voy, ya voy


p.d.: de la película Escape from L.A.

El super yo


Casi me he marchado llorando, abatido por la mejora de mi tenue alma, reparadas sus grietas causadas por la totalidad de los segundos y de lo que sucede entre sueño y sueño. Un nudo en la garganta ha aflorado, impidiéndome respirar, y finas lágrimas han recorrido mis ancianas mejillas.

Tanto tiempo hablando en voz alta, sin ser consciente de que lo que pasa es la vida, de que es lo que todos sufrimos de manera incierta, que me he percatado, de repente, que soy. Que soy mayor y sigo sin enterarme de que lo que me rodea es la realidad.

Casi me he marchado llorando, por no decir que lo he hecho. Tal vez ya sea libre, tal vez ya pueda vivir. Sí: esto hay que celebrarlo. Me voy a drogar hasta la muerte porque ya estoy bien.