lunes, marzo 26, 2012

Perder con dignidad


Temía a los pollos sin cabeza. Me decía que cerrase la puerta. Temía a los constantes gritos de la dulzura. Yo asentía, tenía escondido un oxidado puñal detrás de mi espalda y lo sujetaba fuertemente con a mano derecha.


Mañana lo acabo, me da pereza. Algo se me ocurrirá, puede que comedia, puede un drama. Pero supongo que lo retocaré. Vamos,segurísimo. ¿Algo de amor? Umm...No se aceptan ideas,se acepa dinero


2 comentarios:

David Mariné dijo...

y putas? se aceptan putas? o una pared de cemento de obra nueva?
Y un cenicero?
y pan?
Y...
Hola?

vomiton dijo...

joder, tiu, ésa era la idea! ;)