miércoles, marzo 29, 2006

Repúbica Bananera


En un libro publicado por un escritor de cuyo nombre no me acuerdo, contaba que Azaña, el presidente de la República pasaba el 80 por ciento del tiempo contestando la correspondencia. Imaginad, la mayoría eran más bien exigencias. Por ejemplo, creo recordar que el Obispo de Salamanca quería que un familiar suyo fuese concejal del Ayuntamiento. Claro, Azaña contestaba que eso no era posible.
Causa-efecto. El Obispo pillaba tal cabreo, tal pataleta:" ¿A mi este capullo me ignora?¿ Al Obispo?". Dicho y hecho. Imaginad que el 50 por ciento de la correspondencia era de este tipo. Pues que el cabreo era fundamental y generalizado. Así, la Guerra Civil no fue una lucha de ideales: fue una lucha de "por mis cojones".

Menos mal que Maria Teresa Campos no es presidenta...


"Churro, media manga, mangotero..."

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Això et passa per posar cojones al post :P

vomiton dijo...

jajaja, ostres. JA deia jo!!Gracinas

happy bodeguero dijo...

o eso o el obispo de salamanca (el muy ocioso)