Pandoro no, pan duro!!

"escrito en the foreros attack"

Las actividades de un parado no suelen ser muy...¿alentadoras?. Consisten en buscar un trabajo asequible y conocer todos los rincones de tu hogar en los que puedas depositar tus posaderas. Así que me encomendaron una actividad psicomotriz: ir cada día a comprar el pan. La clase de gente que ves cuando vas a por tu barrita de cuarto es maligna, peor que la calaña que uno se pueda encontrar en un pub de alterne en el que se hasen timbas de póker con apertura a cinco céntimos.
Pues al cabo de una semana ocurrió algo raro. Me puse los calzoncillos del día anterior( el que va a comprar el pan nunca va duchado, lo hace después) y bajé a la calle. Algo raro sucedía. El señor que recogía los diarios no estaba en su esquina de siempre. El portero de esa escalera que me mira siempre que paso con ojos de lujuria no se encontraba en su puesto de trabajo. Es más, no había ningún coche en circulación.
De repente, oí algo parecido a los gruñidos de un orgasmo de un pony eunuco. Giré la cabeza y vi a dos zombies. No lo podía creer. Y como buenos zombies se avalanzaron sobre mi. Yo, raudo y veloz, corrí hacia la panadería. Estaba vacía. Aseguré bien la puerta para que nadie entrara o entrase. Los zombies me miraban con ojos de costurera cosiendo desde la calle, y aparecieron muchos más zombies (concretamente, 157) Y pasé dos días alimentándome a base de croissants, zumos BIO y barras de pan. A los zombies les tiré las ensaimadas con cabello de ángel. AL tercer día, y después de haber sucumbido al sueño, no estaban los zombies. Así que cogí una barra de pan y la lleve a mi casa.
Mi abuela , enfadada me pidió explicaciones y con el hambre que tenía, se puso a comer la barra de pan.
Desde ese día, mi abuela come pan duro. Qué cosas más raras tienen los abueletes!!!