martes, enero 03, 2017
Vocablos inventaos
Todo era muy bíblico. El frío lamía mis huesudos pómulos. La chaqueta, más grande que mi cuerpo, colgaba como una pena en la orilla de una desgracia, pero no lograba tapar los dedos de mis manos. Yo avanzaba, caminaba a paso ligero pensando que así no notaría la noche y sus exceso. Lo poco que quedaba de la burtal naturaleza en la ciudad castiga mi camino, lo fustigaba con pizcas de normalidad. Y cuando mi cuerpo, por mi velocidad, ya entraba en calor, llegué a mi hogar. Qu no era mi hogar, pero era lo que era en ése momento.
Perdona pero lo de bíblico no lo acabo de entender
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