martes, enero 12, 2016
La calma ante la calma
Del orgullo nace la estupidez.Y no hay nada más bonito que compartir esa estupidez con un ser amado. Estupidez Williams siempre tuvo claro que lo suyo sería ser un forajido sentimental, un azote contra el poder establecido, una ruina para los límites. Lo tuvo tan claro que abandonó la fiereza de la juventud y se conviertió en un ser gris. Muchos criticaban a Estupidez Williams pero lo que no sabían es que él había elegido ser estatua de sal. Una vez me dijo, antes de ser gris, que la vida era una broma y que ya nacíamos derrotados por la muerte. Así, Estupidez Williams pasó el resto de sus días sonriendo cuando debía y vete-tú-a-saber-el-qué cuando podía.
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