Era bueno. Y él también.Y la otra también. Y el otro también. Y aquella de allí también. Todo bondad y gallardía, ideales mundanos pero irresistiblemente eficaces. Todos eran buenos y amables.Menos uno. O una. No sé quién pero lo sabré. Lo adivinaré. Convencido estoy y no me aferro a la estadística.
¡Hola!
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