Texto cuya temática es "Fin del Mundo" colgado en La rebelión de las páginas en blanco
El delirio somete a las rígidas paredes de esta prisión. Gritos, gritos, llantos, gritos, violencia, gritos. Todo es rojo, ésas son las tripas de mi padre. El gato no tiene mal sabor. Gritos, otra vez.
El polvo sirve de sábana para la ausencia de sueños. No existen los sueños, solamente cosas reales como esos gritos. ¿De quién serán? Mirada confusa. Suciedad.
Otra vez, estalla una luz cegadora. El polvo intenta escapar el sol, pero los gritos lo impiden. Cascotes en el salón, restos de comida podrida, oteo el paisaje por la ventana cuya persiana está casi intacta. Hace un día soleado, me duele el dedo, lo tengo que amputar. Hace un día soleado. Grito, el corte ha sido limpio. Cojo el dedo amputado y, atándolo, me los pongo de cuerno como si fuese un robusto unicornio. Es hora de salir.
En la calle apenas se puede ver, todo es humo, polvo y gritos. Voy corriendo y embistiendo a los cadáveres con mi cuerno mágico. A uno le arranco una oreja. Aunque sea un unicornio, aúllo con armonía. Apenas hay gente viva en la calle. Me ha parecido ver a otro unicornio. A dos calles, veo un hombre apuñalando a otro hombre cuyo nombre no sabía. Podría ser James o Wolford. Aúllo. Mis aullidos se mezclan con los sonoros gritos, con el polvo, con la suciedad, con el sol…Con todo menos con el mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario