martes, enero 22, 2019

Comprender lo injusto


¿Cuándo, la furia, desaparecerá de mis suaves puños y se instalará en un lejano olvido? ¿Cuándo finalizará este tormento llamado odio y florecerá, en mi interior, la calma de una caricia?

Oh, dejadme y no habléis, pues oigo el rugido de mi almohada.

Oh, reposo y tormenta, no hay nada a lo que el tiempo no mienta.

Taimada la incertidumbre, no queda ya nada que llene este caparazón de arrugas y presentimientos. Me permito dar consejos al que no me los pide, mintiendo para mostrar la más insípida de las neutralidades, ya que ni entiendo el ahora, ni comprendo el mañana. La furia y el odio ya no están en mí, por tus pupilas han escapado, y la triste tristeza se ha instalado en mi humilde malestar. Para siempre, como siempre

jueves, enero 10, 2019

Ídolo equivocado, ídolo falseado


Pensaba yo que la gente no era tan estúpida y me equivocaba. Nunca percibí algo que se ponía de moda hasta ser ya mayor. Un amigo me dijo un día que no sé qué zapatos estaban de moda y, al fijarme, todo el mundo, o casi todo, llevaba los mismos zapatos. A partir de ese día empecé a fijarme más en esos detalles. Luego vino un teléfono móvil: todos tenían y usaban el mismo modelo. Otro día me fijé que tod@s vestían la misma chaqueta. De diferentes colores, sí, pero la misma chaqueta. Más tarde, pasado un tiempo, empezaron todos a hacerse retoques estéticos y, poco a poco, tendían a parecerse más entre sí.

Hasta que un día, ya con todas las personas arrasadas por la voracidad de la moda, me dí cuenta del horror: toda la gente, sin distinción de sexo, era exactamente igual a Pablo Motos. Sus caras, sus gestos, sus ropas...

Me acerqué a uno de ellos y le pregunte: ¿ Por qué? ¿Por qué? y el Pablo Motos de turno me contestó: "No sé"

martes, enero 08, 2019

Planes de presente


Está agonizando la mañana, la melancolía de los recuerdos inunda sin desbordar los pensamientos del ahora. Rememoramos lo oscuro, tal vez por comodidad, y ninguneamos lo excelso, las risas y lo divertido que nos hizo, en bastantes momentos puntuales, sonreir hasta rabiar. Recodarmos en exceso lo malo porque nos da miedo ser libres y felices como mi tío Felipe. Mi tío Felipe era conserje en un edificio de la gran vía de Madrid. Ganaba bien, era querido y respetado pero lo dejó todo para ser conserje en un edifico okupa, que era lo que más deseaba. Envidio a la gente que pinta el futuro como quiere que sea y lo cumple. Como mi tía Elisa. Era conserje en un edificio okupa. Ganaba nada, era querida y respetado y lo dejó todo para ser conserje en un edificio de la gran vía de Madrid.

jueves, enero 03, 2019

Filosofía de Asimov


Petra-Pues lo decente del abismo de la estupidez de la ignorancia es, precisamente, lo obsoleto de la incertidumbre. Vamos, que imagino que es lo más cercano que estamos de ser un robot, no de pensar como uno. Si A es mayor que B, B es menor que A. Ése tipo de razonamiento. Entonces, claro, muchos se creen inteligentes porque sus creencias son así, sin razonar ni debatir ni cotejar con el resto de átomos. Así, seremos robots que van de inteligentes cuando, realmente, serán tontos

Boris-No,no, no... Se puede ser robot o ser tonto, pero las dos cosas a la vez, no.