miércoles, mayo 09, 2018
Estufita
Desmenuzando el vacío ya olvidado
de la insatisfacción milenaria,
aquella que es tan absurda que es
tangible y aburre a las pestañas.
Deshaciéndolo en pedacitos muy
chiquititos para demostrar que
las tornas han cambiado,
que somos poderosos después
de haber dormido tres siestas,
después de haber sonreído debajo
del agua del mar.
Creo que asiento porque tu sonrisa
me rodea y me convence de la
inmortalidad de tu estupenda pasión
por volar con el estómago lleno,
me dejo llevar por los recovecos
de la despreocupación de una caricia,
que se convierte en dos, y luego en tres,
y en amaneceres luminosos pero rígidos,
y en anocheceres eternos cubiertos de deseos
y placeres divinos y terrenales....
Tengo ya las manos sin nada que desmenuzar,
las junto entrecruzando los dedos,
y me pongo a bailar sentado,
agitando las manos juntas,
con el ritmo que marca la espera
del poder volverte a besar
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