lunes, junio 05, 2017
Liparno
Yo creía que me mirabas a mí, a mis hombros mal posicionados, a mi estúpida camiseta, pero me di cuenta de que estabas mirando al horizonte. No sé el por qué, pero quería, deseaba que me miraras a mí. Pensaba y repensaba la manera de conseguirlo, pero no se me ocurría nada. Nada de nada.
Entonces pensé en la conversación que habíamos tenido y decidí viajar a donde nacistes para conocer tus orígenes, Pero allí nadie sabía quién eras, nadie te conocía ni por el nombre ni por el aspecto. La mentira era clara. Cuando nos volvimos a ver, enfurecido, te recriminé y eché en cara tus mentiras. Te excusastes diciendo que eras una espía. Y dudé. Y en la duda, el corazón se inclina a favor del riesgo y me volví a enamorar de ti, si es que alguna vez lo había dejado de hacer. Pero cómo buena espía, me mataste para no dejar ni un cabo suelto. Y eso, ah, me hizo volverme más loco por ti.
p.d.: Fotograma de la película Shinboru (Symbol)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario