lunes, abril 03, 2017
Futuros mecanismos de melancolía
Es sensación de hacer alguna diablura o suave maldad, y parar en un instante porque hace acto de presencia nuestra madre. Ojos que no ven. Tenemos una libertad que es eterna en su duración. Creemos que somos adultos, si eso tiene sentido, pero dejamos de hacer todo cuando nuestra madre aparece, como cuando éramos niños. Parece que retamos a la primera autoridad que hemos conocido. Decimos:" Aunque no me veas, mira lo que hago. Desconoces mis actos, los hago y no los ves" Y sonreímos. Se oye la voz de madre y, automáticamente, paramos. Que no se note nuestra fina travesura.
¿y?
Pues que madre ya no está, nos ha abandonado sin avisar. Y aunque nos hubiese avisado, nos habría abandonado igualmente. Y nuestras diabluras carecen ya del peligro y del sentido que tenían antes. Ya no tenemos que escondernos como antes, ni temer porque nos cogieran in fraganti. Madre ya no está. Nos sentimos culpables por nuestra avaricia. Ya no tengo a nadie del que esconderme, a nadie que decirle: No, nada,nada. La ausencia va a ser eterna en su libertad, y miedo tengo de mis actos, ya que estos son ahora superfluos . Adiós. Adiós.
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