lunes, abril 10, 2017
Yo no sé nadar
El mar está revuelto, crispado, en lucha constante consigo mismo. Comanda el oleaje la furia de su inestabilidad, muere en la orilla su grito de libertad, que recupera al instante para coger impulso y rugir con rotundidad. ¿Ves ese punto que va y viene entre toda la masa de agua? Es el hijo de la Paquita, que está aprendiendo a nadar. Ahora no disfruta, pero cuando sepa desenvolverse en el agua, lo hará. Te lo digo yo, ya verás. ¿Yo? No sé nadar, pero sé cómo se hace.
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