viernes, octubre 16, 2015
Nadie es trigo limpio porque somos humanos
Fui sin rumbo, necesitaba un hacha y salí de la tienda con un hacha, tres espadas, un escudo, cinco bazookas y un paquete de veinte estrellas ninjas. Ahora me faltaba un objetivo. Pensé pero me surgieron tantos objetivos que tuve que comprar más armamento. Volví a pensar en los suaves objetivos pero aparecieron otros nuevos y me percaté de que aún iba a necesitar más armas. Compré tanto armamento que se acabó el stock a nivel interplanetario y durante un tiempo no hubo guerra alguna. No ataqué a mis objetivos, no hacía falta. Aunque lo que más me jodió de toda esta historia es que no me dieron el nobel de la paz.
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2 comentarios:
Les chafaste el invento.
No hay más sin menos,
ni menos sin polític@s
(La polilla voraz)
aunque chafado el invento siempre se regeneran. O se reiventan. Pero nunca revientan
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