lunes, enero 20, 2014
Como en todo pero al revés
La posibilidad de camuflar una orgía de resentimiento en una oda a la inutilidad externa es alta. Hay estudios que lo demuestran.
Un tambor musculado y una pizca de sal. Siempre una pizca de sal. Somos conservadores que trabajan de vendedores aunque ahora nos llamen comerciales. Somos y seremos comerciales siderales porque te daremos lo que no sabías que necesitabas.
Los vendedores nunca estamos tristes, lo dice por ley. Nadie quiere ver caras quebradas. Pero sí sonrisas infinitas. Sonríe. Hola. Buenos días ¿ha pensado en la posibilidad de camuflar una orgia de resentimiento en una oda a la inutilidad externa?
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