Riadas de personas y demonios, de terrores e incontrolables temblores, extraterrestres y viajes en el pasado (futuro es).Viro a la izquierda pero viene una fila eléctrica de pequeñas mutaciones que me indica que la mejor opción es virar por la derecha. El resultado es el mismo. Y de frente es imposible. Todos van con la mirada baja, sin mirar a los demás.
Opto por dar un giro de ciento ochenta grados y decido caminar de espaldas. Avanzo sin mirar mi destino (¿ cómo debe ser?) pues nada ni nadie me lo va a impedir. Soy un pez rojo que remonta un bravo río.
Pero topo con algo. Es otra persona que caminaba de espaldas. Destinos cruzados, Meg Ryan y tres cosas más. Nace y surge el amor, un corazón que sale de la boca y una respiración que es vida. Ah,y una estúpida y boba sonrisa que en su brevedad, la dura realidad, es eterna.
Y prosigo mi camino, que es a su vez mi destino. Avanzo, con una futura promesa en forma de caricia y vuelvo a chocar con alguien. Me giro y es un pervertido que tiene los pantalones bajados y está cruelmente empalmado que aprovecha mi inocencia y mis sueños de seguir mi camino de espaldas para su disfrute y deleite.
---¡Taxi!
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