miércoles, noviembre 25, 2009

Salchichas sin colesterol


Recapitulando: tanto hablaba que al final su disgusto fue encontrarse con alguien que hablaba más que él. Meditó, reflexionó y optó por hacerse budista. De un extremo al otro. Pero lo echaron porque un día se levantó con la "trempera matinera" y llevando túnica queda feo. Sin hogar y sin pelo, se refugió en el ano de un oso polar. Cuando éste se dio cuenta, estuvo 3 días huyendo de él.
¡Ay, qué tristeza!
Tan afligido y apenado estaba que empezó a contar a todo el mundo sus penas y el muy terco hablaba por los cuatro costados. Un día, estaba ofreciendo sus penas al aire cuando éstas fueron interrumpidas por otras más pesadas. Le recriminó al foráneo que fue tan pesimista y éste le retó a un duelo de bailes.
Resultó ser que el perdedor fue el ganador, ya que se sumaba una nueva decepción de la que presumir.
Nuestro protagonista, al final, decidió hacerse periodista y dedicarse a la prensa deportiva.




Resumiendo: quien no llora, no mama

2 comentarios:

Elixir del Wallach dijo...

Brilliant!

Perlitas como esta son lo mejor de su faseta literaria. En sirio lo digo.

vomiton dijo...

gracias, y todo sin drogas! lo de elixir me ha dejado trastocado! hueles a afrutado o a katxi?