domingo, octubre 11, 2009

Lindisfarne


...Fue cuando el sofá me absorbió sin avisar. Estaba envuelto de hierba, tierra mojada y rayos de luz. Cogí uno y me lo até al cuello, me quedaba tan bien que todo el mundo mundial empezó a vestirse con rayos solares.
Pero vino Raúl Senders a pedirme explicaciones, que qué hacía yo expoliando los rayos de sol, y yo le dijo con sorna si él era el portavoz del sol. Y me fui a otro bar , que en realidad era un cuadra y me hice un zumo de paja. Lo bebí y aparecí en una mirada ajena, de suspicacia. ¿Hola?. Ah, me toca hacerme el despistado y asentir con la cabeza.
Una voz, dos...Un coro inmenso. A la vez cantan todos, al unísono...falla el bajito con pecas. Le doy un toque de atención y se eleva tres metros en el aire. Rompo el contrato que tenemos y me voy a casa. Es hora de descansar. De abrazar el colchón, y no soñar con mañana.


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