miércoles, octubre 22, 2008

Vegetal


Es lógico que los humanos, a lo largo de nuestra efímera existencia, cambiemos física y psicológicamente. Pero Jacinto pasó de ser humanoide a ser una berenjena.
Obviamente, se lo comieron. Un malentendido culinario acabó con su vida.
La moraleja es que si cambias, no te conviertas en un vegetal.



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