La desidia asume su satisfactorio destino con una mueca de la cual no se puede distinguir si es una mueca de dolor o de alegría. Porque la satisfacción puede ser el dolor o una sonrisa. Y por mucho que voces disfrazadas de hada invadan la promesa, no hay punto de retorno. Si necesitas ayuda, acude a nosotras. Prosigo mi "descamino" y amortizo la luz de la luna.
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