lunes, noviembre 05, 2018
Adulto a babor
Iba caminando por la calle, una calle cualquiera, de aceras estrechas pero carretera anchas, cuando vi, en frente mío, como se aproximaba un chico adolescente. Era espigado, de aspecto simpático pero retraído, con un ligero acné en las mejillas y en la frente, pálido como un dia nublado. Tenía una mirada melancólica, casi nostálgica. Y no puede evitar recordar que yo era así de joven. Y me sabía mal, porque se le veía una persona maja. Así que cogí aire y al cruzarnos, le sujeté por los brazos y, agitñándolos, le grité: tú folla, no pierdas el tiempo, follaaaaaaa. El chaval se quedó perplejo, medio asintió y se marchó con parsimonia. Yo me quedé mirándolo como se alejaba lentamente y, sollozando, me dije: El tiempo lo has perdido tú
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