miércoles, abril 11, 2018

El super yo


Casi me he marchado llorando, abatido por la mejora de mi tenue alma, reparadas sus grietas causadas por la totalidad de los segundos y de lo que sucede entre sueño y sueño. Un nudo en la garganta ha aflorado, impidiéndome respirar, y finas lágrimas han recorrido mis ancianas mejillas.

Tanto tiempo hablando en voz alta, sin ser consciente de que lo que pasa es la vida, de que es lo que todos sufrimos de manera incierta, que me he percatado, de repente, que soy. Que soy mayor y sigo sin enterarme de que lo que me rodea es la realidad.

Casi me he marchado llorando, por no decir que lo he hecho. Tal vez ya sea libre, tal vez ya pueda vivir. Sí: esto hay que celebrarlo. Me voy a drogar hasta la muerte porque ya estoy bien.




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