Siempre tosiendo. Un carraspeo, otro más sonoro, un supiro, y a toser. Siempre tosía. Normalmente, era una secuencia sonora de tres momentos. El primero era el que más ruido hacía. El segundo era más tímido. El tercero, era una anécdota. Siempre tosía siempre tosiendo. Conseguía, en ocasiones, no toser durante un par de días, pero siempre acababa volviendo su asincopada musicalidad. Años más tarde, después de su defunción, se descubrió que él fue el origen del virus que hizo que media humanidad acabase bailando el baile del pañuelo hasta la muerte. Fin.
Foto jasoneppink
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