miércoles, diciembre 28, 2016

Ya sabemos cómo son las cosas


No me mires a los ojos de la gente, dan miedo, siempre mienten, que decía aquel. Descubrió las gafas de sol, los ojos a oscuras, tapados, protegidos de los rayos solares y, también, de las miradas ajenas. Seguro y feliz se sentía. Pero se dio cuenta de queera inútil, cuando pasaba alguien a su lado con gafas de sol, veía la dirección de la mirada del otro, y pensaba que de nada servía llevar ése tipo de gafas si a uno le veian las intenciones. Y dejó de llevarlas. Decidió mirar al sol directamente. Sus ojos secos ahora están, casi ciegos, inservibles pero ocultos a las pupilas ajenas. El sol. Siempre él.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Oscuro...
será presa de la duda y seguirá llevando gafas de Sol
- Me ha gustado -
(La polilla ciega)

vomiton dijo...

merci! Aunque quería hacer el texto muuuuucho más largo pero me cogió un flato existencial. Un abrazo!