lunes, junio 27, 2016

Vuelven a ganar los malos


Dice (y dice) que no se percata de lo que sucede a su alrededor hasta que ha sucedido. Vive ( y comenta) tanto el momento que no sabe si lo ha disfrutado o no.

Puede repetir errores.

Puede repetir errores.

En su totalidad, cada segundo es un acontecimiento. Dice muchas cosas, sueña aún más cosas pero no hace nada. Porque se pueden repetir errores (dice) y éstos son dañinos para el alma. Pero, claro, no quiere ser de piedra ni tampoco una simple máquina de huesos. Equivócate. En eso consiste la vida. Vaya chorrada. Lo decía por el amor. Claro, todos hippies. Mira, las cosas claras: estoy contando la historia de alguién inventado y ese alguién eres tú. Y estás estropeando esta historia críptica. Así que me enfado y no sigo



1 comentario:

Anónimo dijo...

Soy pseudopoeta
pseudopoeta progre,
un viejales de comienzos
que sueña todavía
con la chica hippie de la fiestas,
la que nunca me habló.
En mis ratos productivos
soy un pseudotrader de mercados especulativos,
asalariado de las desacomodaciones sociales
y en el fondo,
muy en el fondo,
me la suda que te enfades pero,
más en el fondo todavía,
te deseo huraño y desnudo,
con las manos manchadas de tinta china,
y con la emoción
de los cuentos que cuentas,
y que por una extraña relación
me ayudan a ganar más y más dinero,
especulando en los parques de los destinos infames
y en los suburbios de comienzos,
porque,
por más que nos esforcemos unos y otros,
siempre se repiten los errores
de las edades del hombre.

PD: me ha gustado