miércoles, junio 29, 2016

Quiero dormir, no fornicar


Josep Lluis no podía dormir. Padecía un insomnio galopante. Tanto que acudió a la ayuda de un médico experto en insomnio y tala de bonsáis. El doctor, cuyo nombre era Pascual, le saludó y le dijo que, antes de empezar, pusiese su pene debajo de una de las patas de la mesa ya que cojeaba y hacía que ésta se tambalease, lo cual resultaba muy molesto. Jose Lluis accedió cortésmente. Le explicó su problema y poco más, ya que la sesión acabó en un suspiró. Iba a marcharse pero el doctor le dijo que aguardase, que la mesa aún cojeaba y eso le sacaba de sus casillas al bueno del doctor. Así, Josep Lluis estuvo oyendo todos los problemas que tenía la gente que no podía dormir.

Al acabar la última visita, se levantó y abrazó al doctor.Le dijo que lo admiraba. Nadie le decía nada bonito, todo eran quejas y más quejas. El doctor se encogió de hombros y le dijo que la mesa volvía a cojear.

Fin

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