miércoles, septiembre 09, 2015
Terapia de terraplén
Los veranos son fogosos, activos, lunáticos, esperpénticos, atrevidos...mil adjetivos. En cambio, los inviernos son monótonos, lánguidos, aburridos, realistas. Y es raro porque antes era al revés. Energía mal distribuida, decía mi sensei imaginario. Reconozco que tal vez los veranos no sean tan fantásticos ni los inviernos tan crudos. Es difícil coger el ritmo a la vida cuando uno no se entera de nada. Como mi sensei imaginario. Era imaginario y no existía pero el cabrón bien que me cobraba las clases y lecciones que me enseñaba. Lecciones que no me han servido para nada pero al menos han sido lecciones.
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