Un espíritu azul deambula en un mar de pupilas y flequillos. Se rige sin rigor y la brisa es su compañera. Pero ésta le lleva tan lejos que tiene que dormir en la calle porque no hay transporte de vuelta hasta el día siguiente.
p.d.: Y no tiene saldo ni wi-fi en el mobil (para hacerlo más realista)
1 comentario:
Teletransportado, al día siguiente,
swupe del azul de tus congojos. Este, me gusta mucho, dormilón.
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