martes, agosto 05, 2014

Plagio


Estaba siguiendo la corriente del rio y fui a parar a tus pupilas. Si dominabas el mundo, yo era tu socio. Si dominabas la eternidad, yo era el cartero. Cuando uno se mira mucho al espejo acaba pareciéndose a un mono. Si dominaba el mundo, me apoyaba. Si dominaba la eternidad, no trabajaba. Escondí el espejo debajo de la cama y toqué algo extrañó. Lo cogí para ver lo que era y era un trozo seco de fuet. Menos mal, tenía cena.




2 comentarios:

Mothman dijo...

De los plagios siempre nos salvan los fuets y las morcillas, como del tráfico de influencias las erecciones y eslóganes como “eyacula el congreso”

vomiton dijo...

No que luego nos pedirán una pensión " de comé" y si ya como mal no me quiero imaginar el futuro!