jueves, febrero 06, 2014
Si todas las historias fueran (o fuesen) bonitas no quedarían palomitas
Marqués gris-Pues fue curioso como conocí a la princesa de cobre. Iba ella caminando por los jardines del palacio de plástico cuando, de repente, aparecieron cinco fornidos y rudos asaltantes. Estaban dispuestos a robarle su eterna sonrisa cuando yo, que estaba por casualidad en esos jardines, acudi a su rescate. Me superaban en fuerza y en tamaño así que, cautelosamente, me acerqué y les reté a que resolvieran un difícil problema matemático. El líder hizo una mueca y dijo que aceptaba. Estuvieron cerca de dos ciclos para resolverlo y lo consiguieron. Anonadado me quedé y ellos, con orgullo y satisfaccion, sonrieron mas y más. Les pregunté cómo lo hicieron. Me lo explicaron y nos hicimos amigos. De hecho, les he invitado esta noche: son muy divertidos,¿ verdad princesa?
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