No dejéis que las andrajosas
brujas reinen durante el día,
ni que las lágrimas sean
picantes e inmortales.
La tentación será
terca y pegajosa
y os olvidaréis tanto
del principio cómo del
final.
Cuando caiga la noche
focalizad la mirada
en la traición pues
estará alegre y
bien vestida.
Pero, sobre todo, ignorad
mis palabras y
armaos con
cuchillos de plástico
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