Dicen las malas lenguas que ya se acaba el año. Los dedos en la oreja no hacen el todo su labor: hay que rascar más. Dame una D, dame una A, dame una M, dame una I, dame en un A con tilde, dame una N. Pero, sobre todo, dame dinero para cambiarme la oreja izquierda por la derecha y viceversa
Cosicas:
-hojas y polvo
-una pinza
Más o menos, así ha sido el año.
4 comentarios:
Al fin y al cabo todo se reduce a eso, a hojas y a polvos, y a alguna pinza para los pezones, en este puto paradigma que se acaba… ¿o no? Pero quizás se debería acabarse, sí o sí. Los Mayas sabían mucho de fechas de caducidad y de excipientes no alérgenos, y de hojas y flores de colores, y de polvos mágicos.
Abrazos y hasta siempre
El anónimo de arriba, fue una eyaculación precoz de Mothman, el apolillado mensajero.
Puto papel de WC!… se engancha por todas partes!
Si es que en el fondo, todo se reduce a eso, a hojas de parra y polvos, hasta el mismo preámbulo del fin del mundo... y alguna que otra pinza para colocarse en los pezones, para sentirnos viv@s, o para hacer penitencia un viernes santo cualquiera, entre clavo y clavo, o sorbiendo una sopita de letras caliente, mientras construimos palabras que invoquen al mismo Anticristo.
Abrazos penitentes
soy escorpio, no católico caótico. lo que quiero decir que siempre es un placer leerte
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