jueves, agosto 06, 2009

Hate


Era calvo y tenía el pelo teñido de rubio. Me pidió un cigarrillo y le dije que no fumaba. Desde ese día, yo me convertí en su archienemigo. La mala (o buena) fortuna hizo que conociese a su ex y que nos casásemos.
Encima, un día atropellé a su madre sin querer.
¿ Por qué?, decía. Yo le contestaba siempre que eran accidentes, que no era mi intención.
Después de tantos años de acoso y derribo, mi archienemigo murió en una de sus tentativas. Nunca podré saber porqué me odiaba tanto, ya que por un cigarrillo nadie se pone así
Ah, se me olvidaba. Me invitó a ir a su funeral (así lo decía su testamento) pero no pude ir. El muy cretino había puesto una bomba y se cargó a toda su familia. Si es que...



1 comentario:

Anónimo dijo...

jejeje buena historia!!

Lenore