miércoles, agosto 13, 2008

Rolling


"Sympathy for the devil!" gritaba ruidosamente estando a escasos centímetros míos, me asía con fuerza el brazo izquierdo. pero continué caminando.
Al rato,sentada en una incómoda roca grisácea, una pálida mujer gritaba "Gimme Shelter!". La miré, pero proseguí mi camino.
Hasta llegar a una casa cuyo cartel en la entrada decía "Black and Blue"
Y, al entrar, allí estaba Keith Richards. Apagó el cigarrillo que se estaba fumando y le dio un escueto trago a la vaso de cristal.
Yo salí de la casa y sonreí




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