miércoles, junio 20, 2018
Agridulce horizonte final
Si pudiese leer el futuro, no estaríamos aquí. Créeme, no sé cual sería nuestro destino, pero aquí seguro que no. Seguramente, más allá de Comarruga, más allá de Massachusetts, más allá de este pedacito de espacio en donde nos encontramos. Que no se está mal, no. Que podría ser peor, puede. Pero si aspiramos a la eternidad no podemos conformarnos con respirar: debemos asolar todos los segundos. Créeme, ojalá pudiese leer el futuro y todo sería nuevo para nuestros corazones. Es más, he tenido una revelación: hagamoslo. Abandonemos todo y vayamos hasta donde nace el horizonte final: tenemos que ser atrevidos, como lo fuimos con nuestro primer beso. Ves tirando tú primero por eso, que ahora iré yo. No te fallaré, lo juro.
Entonces, ¿has podido leer el futuro?
Será mejor que vayas tirando, ahora te alcanzo
p.d.: imagen del filme Mother
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1 comentario:
Las revelaciones, como los corazones, estilan a morir de celos
- La polilla macho -
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