martes, agosto 22, 2017
Ateo desde chiquitito
Y otra vez, otra vez, vuelve a insistir en la misma repetición de siempre, que es una mentira, una mentira de papel, pero mentira al fin y al cabo. Su discurso es débil, cimentado en quimeras quebradizas que se solapan con torpezas sónicas, y pretende que sea auténtico a base de repetirlo.
“¡Oye tú! “, dice, “¿Qué pasa? ¿No me crees? A jesús tampoco lo creían, y lo crucificaron ¿Y si tedigo que yo soy Dios?
“Eso es imposible”, digo yo, “ Dios soy yo”
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario