Te he hecho un gesto tan y tan sibilino que nadie de nuestro alrededor se ha dado cuenta. Tan y tan bien disimulado que incluso tú no te has percatado. Ha sido un gesto del pasado y, lo reconozco, hecho a traición. Pero ha sido sin malicia. Supongo que me he puesto nostálgico y por eso lo he hecho. Pues nada. Hasta el siglo que viene.
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