La maldad se ha ido. Se ha marchado. Aprovechemos su asuencia y degollemos deseos. Quememos la desidia y demos rienda suelta a nuestras humildes perversiones.La maldad se ha ido y es hora de ser malos. Bañemonos en sangre ajena, escupamos a nuestro alrededor sin mirar, gocemos de lo prohibido. La maldad se ha ido y tenemos que reclemar su trono. Aunque sea temporalmente.
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