miércoles, julio 16, 2014

En verano hace calor, Lester


Dialogando con un chinche, un meteorito me pidió un cigarro. Se lo di. Al girarme, el chinche no estaba. Ni mi cartera. Ni mis ojos. Ni mi boca. Nada había, nada existía. Y lo curioso es que todo estaba exactamente igual.




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