Podrás ser de cartón, afrutada y eterna. Pero no olvides el orden y la justicia. En tus vuelos sé consciente de lo que te rodea porque si te alejas demasiado tendrás que tener una buena excusa de almíbar y no socarrona. No olvides el orden y la justicia porque sin ellos tendremos excesivo protagonismo. Muescas, directrices sonoras, melancolías de miel. Serios como paredes, serios como inexpresivas burlas. No te olvides, por favor. Crujen los dedos, azotados por el frío buscan refugio en el interior de nuestra alma. Sí, tenemos alma. Y de dos sabores. También tenemos virtudes y muy pocos defectos pues humanos de hojalata somos. No te olvides del orden y de la justicia. Por el bien de lo inexacto.
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