El disfrazador
El disfrazador se disfrazaba y nunca era reconocido. Cuando reclamaba su
cuota de protagonismo nadie le hacía caso pues no le reconocían. ¡Qué dilema!
Decidió disfrazarse de sí mismo y acabó de taquillero en un puticlub. Al menos
libraba un fin de semana al mes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario