Cuesquitos sufrió el revés de lo que viene a ser llamado la realidad. Le golpeó ésta útima sin pasión, pues ya estaba acostumbrada a hacerlo. Cuesquitos, decepcionada, decidió luchar contra el mundo así que, haciendo honor a su mote, se tiró un silencioso cuesco.
El silencioso pedete se transformó en Macaco. Su objetivo era el de hacer un mundo mejor. Así lo había ordenado Cuesquitos. Se hizo músico y se fue de gira a Corea del Norte y allí descubrió que los norcoreanos habían descubierto un virus informático que hacía felices a los que lo leían. Se trataba de un correo electrónico. Tan solo había que leerlo y reenviarlo a diez personas en menos de una semana.
Cuesquitos estaba en el buen camino, estaba cambiando el mundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario