Se han juntado cuatro muertos, tres vivos y un perro. Charlan, se saludan y asienten cortésmente. Pero cuando uno pregunta si hay algo de beber, todos fruncen el ceño y se ponen a la defensiva. Una fiesta de ocho ¿personas? y nadie a traído nada.
"¡A por el perro!", grita uno. Pero el perro le da una colleja y recomienda calma. Dice que ya va él a comprar algo.
Han pasado dos años y el cabrón del perro no ha vuelto.
2 comentarios:
exelente hoyga
gracinas!
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