La verdadera historia de Augusto José Ramón Pinochet Ugarte, a.k.a. Pinocho, se remonta al día de su nacimiento. Sus padres querían tener una niña, pues pensaban que las niñas eran mucho más bondadosas y que trataban mejor al mundo. Sus padres buscaban la niña, pero no la encontraban. Un amigo de la familia les dio un tronco de ciprés (esto aún no se sabe porqué)
El padre hizo un muñeco con el trozo de ciprés. Milagrosamente, el muñeco cobró vida. Le llamaron Pinocho, aunque más tarde él cambiaría de nombre.
Pero algo se torció. Pinocho en seguida mostró su mala leche. Los padres suponían que era porqué era de madera y no tenía corazón. Está mala baba le hizo, más tarde, ingresar en la academia militar. Y, el resto, es historia.
Fue ascendiendo en su carrera militar. Se casó con un grillo (la cirugía plástica hace milagros), dio un golpe de Estado, asesinó a todos los que no eran de madera, fue un dictador cruel y, finalmente, murió con una sonrisa maligna en el rostro.
Menos mal que los muñecos ahora se hacen de plásticos y conglomerados parecidos!
P.d.: Ningún niño fue dañado en el transcurso de esta historia
No hay comentarios:
Publicar un comentario