jueves, marzo 21, 2019

Restos de


Tremenda la gloria de la responsabilidad impuesta por los dictámenes de la naturaleza. No, por los dictámenes de la triste sociedad. No, por los dictámenes del dolor de la magdalena con sabor a pena. No aguanta más Gea los sufrimientos cotidianos de las irresponsabilidades de sus numerosos hijos .

¡Echad a andar sin mí! Sois divinos, sois inmortales!

Pero los gritos, que retumban por todo el Olimpo como espejos que se rompen al tocar el suelo, suenan de noche e interrumpen la suave paz de los sueños. Siempre de noche.

¡Dejadme, por favor, dejadme! ¡Echad a andar!

Pero siempre vuelven. Y, así, toda la eternidad

lunes, marzo 18, 2019

Mañanas de memoria


Una señora mayor, pelo blanco encrespado, sentada en un banco de madera, lee bajo los rayos del sol una revista de cotilleo, de ésas del corazón. Más adelante, un hombre mayor vestido con un hombre mayor, esto es: ropa gris, apagada ,desgastada, resuelve un crucigrama o una sopa de letras.

Les invito a los dos a que cambien sus respectivos pasatiempos, que derriben esos burdos estereotipos, que la mujer resuelva los acertijos y que el hombre sea el que lea la revista de cotilleos. Me mandan a la mierda los dos.

Pasa la mañana, el sol sigue brillando. No consigo ver a ningún niño jugando en la calle; ya no juegan, ya no lo hacen. Bueno, veo a uno, está haciendo un rito satánico. Prefiero no molestarlo. Pasan minutos de este día (día) y no recuerdo que quería hacer. No veo a ningún niño en la calle jugando, veo a una niña arrancándose los pies. Algo tenía que hacer, pero no recuerdo el qué