Por supuesto que le iban a arrancar los ojos...Para poder zafarse de tamaña aberración, les propuso un reto a sus captores. Si conseguían encontrar una de las tres plumas doradas del dodo eterno, no rechistaría y aceptaría su insana tortura. Uno de los captores le dio un capón y le dijo: ¿Tú eres tonto o qué?
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