Estaba comiendo una esqueixada que había comprado por ebay y, en trocito de bacalao, apareció un antepasado mío. Me dijo que era el duque de no sé qué y yo le dije que nuestra familia no era de sangre azul. Entonces me dijo que era el tio José y si le podía prestar unos euros para las tragaperras. Miedo me da empezar el segundo plato. Hoy toca pies de cerdos.
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