lunes, diciembre 03, 2007
Barcelona año cero
Ayer (o también hoy) fue uno de esos días que sabemos que lo es por el hecho de que era domingo. Podría haber sido una mesa o una amarilla paella. Para apaciguar sus excentricidades, observó que sería mejor olvidarse de su cometido, el cual era anónimo.
Se acicaló y rebuscó entre la basura para llevarse algo al estómago. Al no haber nada, se zampó su mano derecha sin remordimientos.
Realmente, le sentó fatal: le dolía mucho la barriga. Así se hizo una manzanilla y, pasadas dos horas, verdaderamente se encontraba mucho mejor.
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